Es curioso, ¿no?: el 84% de denuncias por maltrato se producen fuera del matrimonio

Así, las estadísticas elaboradas desde esta institución revelan que el 40 por ciento de las agresiones llevadas ante Juzgados de Violencia contra la Mujer en Castellón durante el primer trimestre de este año -último periodo analizado-, un total de 250, corresponden a una mujer que había interrumpido su relación sentimental con su presunto agresor, al que no se había unido en matrimonio.

El siguiente supuesto más numeroso es el que corresponde a parejas que mantienen una relación afectiva, con el 30 por ciento. Las agresiones denunciadas por una mujer casada abarcan el 16 por ciento de los casos, mientras que el restante 13 implica a un hombre y a una mujer divorciados.

El balance sobre violencia de género efectuado por el CGPJ referente a todo el año pasado dejaba como dato positivo el hecho de que las denuncias fueron un 8 por ciento inferiores a las que se contabilizaron en 2010, concretamente 1.644 por 1.786, unas 4,5 cada día.

Sin embargo, la estadística volvía a dejar un dato preocupante, puesto que Castellón sigue siendo una de las provincias españolas con una mayor tasa de denuncias interpuestas por cada 10.000 mujeres, superando en casi seis puntos porcentuales la media nacional.

Así, dicho informe establece que 48,8 mujeres de entre 10.000 denunciaron en 2011 haber sido víctimas de malos tratos, una media superada por Castellón, donde esta cifra llegó a 54,4. Mirando de nuevo la vertiente positiva es, con mucha diferencia, la provincia de la Comunitat donde esta tasa es más baja, ya que tanto Alicante como Valencia se sitúan a la cabeza a nivel nacional en denuncias por este tipo de delitos, con un 75,2 y un 73,7 respectivamente.

Última víctima
La última víctima por violencia de género en Castellón se contabilizó en Vinaròs en septiembre del año pasado, después de que un vecino de la localidad, J.J.G., confesara que había matado a su mujer de un golpe en la cabeza en un almacén de la localidad.

Posteriormente, trasladó el cadáver hasta la casa de campo de sus padres en la cercana localidad de Amposta, donde lo emparedó con la esperanza de no ser descubierto. Sin embargo, la presión a la que fue sometido por agentes de la Guardia Civil hizo que confesara.Fuente: http://www.thefamilywatch.org/nos/nos-3099-es.php