La terapia familiar surge de un modelo teórico que es el modelo ecosistémico, del que también han surgido la Teoría de la comunicación, la cibernética, la ecología… Lo particular de este modelo teórico es que entiende al individuo en su entorno inmediato y significativo. Así pues, su aplicación clínica, que es la terapia sistémica familiar, entiende que las patologías y problemas del individuo no surgen aisladas de su entorno y como tales, deben ser evaluadas y tratadas en dicho entorno.
Una persona se crea y configura en el seno de una familia. Y esta familia despierta en él siempre, sentimientos ambivalentes. La familia no solamente influye en la maduración y desarrollo físico de la persona, sino también en el del terreno afectivo. El sujeto establece dos vínculos fundamentales con la familia, la alianza (la unión que se produce con sus integrantes por el hecho de compartir lazos de sangre) y la filiación (el modo en que se produce la descendencia).
El modelo sistémico ofrece la ventaja de que permite evaluar muchos factores influyentes en la vida de la persona, que en otras orientaciones no se tienen en cuenta, y que realmente si tienen efectos en el individuo y en su problemática. El inconveniente por el contrario, es la complejidad de la evaluación y de la investigación que ha de realizarse ante la problemática del paciente.
La familia es un conjunto que sin embargo, lejos de ser estable, está en constante cambio. Sus integrantes cambian información, sufren modificaciones de sus condiciones que afectan a los demás… Por ello es complicado que la familia mantenga un equilibrio, hay que asumir que se producen periodos de crisis, en el que se dan cambios que afectan, en mayor o menor medida a sus miembros.
El papel del terapeutaEn la terapia sistémica el terapeuta debe ser suficientemente hábil para establecer una relación significativa con la familia como unidad. Debe ser hábil para provocar cambios que le devuelvan a la familia la competencia de resolver sus propios problemas. Tres son los objetivos básicos del terapeuta en la familia:
Una persona se crea y configura en el seno de una familia. Y esta familia despierta en él siempre, sentimientos ambivalentes. La familia no solamente influye en la maduración y desarrollo físico de la persona, sino también en el del terreno afectivo. El sujeto establece dos vínculos fundamentales con la familia, la alianza (la unión que se produce con sus integrantes por el hecho de compartir lazos de sangre) y la filiación (el modo en que se produce la descendencia).
El modelo sistémico ofrece la ventaja de que permite evaluar muchos factores influyentes en la vida de la persona, que en otras orientaciones no se tienen en cuenta, y que realmente si tienen efectos en el individuo y en su problemática. El inconveniente por el contrario, es la complejidad de la evaluación y de la investigación que ha de realizarse ante la problemática del paciente.
La familia es un conjunto que sin embargo, lejos de ser estable, está en constante cambio. Sus integrantes cambian información, sufren modificaciones de sus condiciones que afectan a los demás… Por ello es complicado que la familia mantenga un equilibrio, hay que asumir que se producen periodos de crisis, en el que se dan cambios que afectan, en mayor o menor medida a sus miembros.
El papel del terapeutaEn la terapia sistémica el terapeuta debe ser suficientemente hábil para establecer una relación significativa con la familia como unidad. Debe ser hábil para provocar cambios que le devuelvan a la familia la competencia de resolver sus propios problemas. Tres son los objetivos básicos del terapeuta en la familia:
- Devolver la competencia a la familia para que sea capaz de resolver por sí misma los problemas que le afecten.
- Confrontar a los miembros de la familia entre sí.
El terapeuta debe valorar el o los problemas existentes teniendo en cuenta todo el entorno familiar que lo rodea, las relaciones, el pasado, la situación actual… De ahí debe marcar una serie de propuestas de solución, en el que toda la familia intervendrá, para crear una consciencia del problema y una vía de solución y de recuperación de competencias.
Los pasos que debe dar el terapeuta para realizar una buena evaluación de la unidad familiar son los siguientes:
Reconstrucción del porqué de la consulta al psicólogo. Desde la llegada y para atrás en el tiempo, con el fin de establecer hipótesis de trabajo y vislumbrar el estado de las relaciones familiares.
Realizar una entrevista conjunta con toda la familia, observando las interacciones verbales de sus miembros, para establecer el tipo de relaciones existentes y las distintas expectativas de cada uno de ellos.
Explorar la historia familiar con el fin de recoger mayor cantidad de información.
Verificar las hipótesis establecidas para elaborar un programa de intervención.
Indicaciones y contraindicaciones de la terapia familiar
Indicaciones
- A nivel infantil, en prácticamente todas las problemáticas.
- En prácticamente toda la problemática de la tercera edad.
- Todos aquellos problemas que se sitúan en la esfera interpersonal del afectado.
- En problemas de toxicomanías y adicciones.
- Trastornos de la alimentación.
- En afecciones psicosomáticas.
- En alteraciones psíquicas del adolescente y en muchas del adulto.
- Trastornos relacionados con el postparto.
- Trastornos de personalidad…
Contraindicaciones
- En los casos de delirio paranoico grave de algún miembro de la unidad familiar.
- En casos en los que el terapeuta sea incompetente o sin experiencia y pueda ocasionar más daño que beneficio.
- Cuando hay un alto riesgo de suicidio en el que el afectado sienta que es un escape a la presión familiar.
La terapia sistémica significa entender, que los problemas de la persona no se generan en un vacío de relaciones, se generan en el seno de una familia, cuyas relaciones pueden ser la causa de dichos problemas, o bien pueden incidir positiva o negativamente en los mismos, y que pueden servir al terapeuta para reconducir la situación, dotando de nuevo a la familia de la capacidad de resolución de sus conflictos. Hay que recordar y tener bien presente que somos seres sociales, por lo que no podemos tratar los problemas aislando al individuo del resto de su realidad.http://www.psicoglobalia.com/terapia-psicologica-en-la-familia/
- En los casos de delirio paranoico grave de algún miembro de la unidad familiar.
- En casos en los que el terapeuta sea incompetente o sin experiencia y pueda ocasionar más daño que beneficio.
- Cuando hay un alto riesgo de suicidio en el que el afectado sienta que es un escape a la presión familiar.
La terapia sistémica significa entender, que los problemas de la persona no se generan en un vacío de relaciones, se generan en el seno de una familia, cuyas relaciones pueden ser la causa de dichos problemas, o bien pueden incidir positiva o negativamente en los mismos, y que pueden servir al terapeuta para reconducir la situación, dotando de nuevo a la familia de la capacidad de resolución de sus conflictos. Hay que recordar y tener bien presente que somos seres sociales, por lo que no podemos tratar los problemas aislando al individuo del resto de su realidad.http://www.psicoglobalia.com/terapia-psicologica-en-la-familia/
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