
La generación de nuestros hijos sufre de sobrepeso. «La ciencia es clara: los niños imitan a sus padres en cuanto a hábitos que provocan obesidad. Por otro lado, los padres activos tienen normalmente hijos activos. Es responsabilidad de los padres crear un ambiente en casa que promueva un peso saludable», afirma Karen Miller-Kovach directora científica de Weight Watchers International, en España entulínea de Weight Watchers.
En ocasiones, medidas como limitar el tiempo dedicado a los videojuegos, o comprar una bicicleta fallan porque son remedios incompletos. Hay que añadir otras estrategias:
1.Tener alimentos nutritivos a mano.
2.Permitir golosinas con moderación para evitar tentaciones.
3.Limitar el uso de tele, ordenadores y videojuegos a dos horas al día.
4.Practicar actividad durante una hora o más al día.
5.Toda la familia debe estar involucrada.
Los niños no deben ver el comer bien y mantener un peso saludable como una meta, sino como algo que harán toda su vida, como moverse y mantenerse activos.
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