Los costes económicos que implican el mantenimiento de dos viviendas y la duplicidad de gastos en caso de divorcio o separación han llevado a un descenso de las rupturas matrimoniales en España registradas en 2011 hasta niveles de hace diez años, aunque en Galicia, Aragón, Cantabria y La Rioja, se han incrementado las separaciones.
En el conjunto del territorio, el número de rupturas matrimoniales disminuyó un 2,3 por ciento en 2011 con respecto al año anterior, al pasar de 127.682 a 124.702, tras experimentar un repunte en 2010 para volver el año pasado a la tendencia al descenso de divorcios, separaciones y nulidades que comenzó en 2007, según las estadísticas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
La demógrafa investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Teresa Castro, explica que en los últimos cuatro años no solo se ha cortado la tendencia creciente de las rupturas matrimoniales, sino que se ha registrado un descenso a niveles de 2001 o 2002.
Los costes de separarse implican dos viviendas y, en la actual situación de crisis económica, hay parejas que quieren separarse, pero no pueden permitirse sufragar sus necesidades económicas.
Castro destaca el aumento de parejas jóvenes que no se casan, sino que optan por uniones de hecho, que tienen unas tasas de separación más altas que los matrimonios por su carácter heterogéneo.
Hay un dato que revela la importancia de las uniones de hecho: el 20 por ciento de los niños en España nace en este tipo de uniones, lo que supone uno de cada cinco nacimientos.
Además, el perfil de las mujeres que rompen su matrimonio está cambiando, ya que antes las féminas más educadas se divorciaban más que las menos educadas porque disponían de más recursos, mientras que ahora todos los estratos sociales se han igualado en el acceso al divorcio.
El portavoz de la Unión Estatal de Asociaciones y Federaciones por la Custodia Compartida (UEFACC), Fernando Basanta, subraya que desde la entrada en vigor de la ley del divorcio "exprés" en 2005 las rupturas matrimoniales han ido en aumento, pero la crisis ha motivado un descenso por razones económicas.
"Divorciarse es muy caro porque hay que pagar abogados, los gastos se duplican y se necesitan dos viviendas, en lugar de una", precisa Basanta, quien expresa su preocupación por el incremento de las disoluciones de matrimonios "por vía contenciosa" en torno a seis puntos desde el año 2005.
En la actualidad, por cada tres matrimonios que se celebran, se tramitan dos divorcios, precisa el portavoz de UEFACC antes de afirmar que "España se ha convertido en una sociedad divorcista", en la que la gestión de las separaciones "cataliza la conflictividad en el seno de las familias".
La UEFACC ha reclamado al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, un cambio en la legislación para que la custodia compartida se convierta en un derecho de los niños, con el apoyo de las mociones aprobadas hasta el momento por 370 ayuntamientos que representan a 9 millones de ciudadanos.
El portavoz del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, estima que un nivel de rupturas matrimoniales como el que hay en España supone "un problema social muy serio".
Una ruptura matrimonial conlleva "un fracaso en términos personales y sociales", que "afecta a los cónyuges y a los hijos, es un elemento de inestabilidad y empobrecimiento personal e implica un coste extra para el Estado", argumenta Blanco.
A su juicio, la ley del divorcio exprés y la ley del matrimonio homosexual del año 2005 han producido un aumento de las rupturas matrimoniales y una caída de la tasa de nupcialidad.
El Foro Español de la Familia ha planteado una iniciativa para que los esponsales puedan elegir en el Registro Civil entre el matrimonio "blindado", más serio y con mayor protección, y el matrimonio "exprés" actual, sometido a la solubilidad de los tres meses.
Blanco considera que en España hay que potenciar la orientación, la mediación y el apoyo, cuando surgen los primeros síntomas de problemas matrimoniales, como se está haciendo en otros países.
Según el estudio "La justicia dato a dato" de 2011 del CGPJ, los divorcios descendieron un 1,9 por ciento, de 119.554 a 117.179, mientras que las separaciones se redujeron un 7,7 por ciento, de 7.962 a 7.347, y los matrimonios declarados nulos aumentaron de 166 a 176, un 6 por ciento.
De las 117.179 rupturas matrimoniales definitivas que se contabilizaron en el conjunto de España el año pasado, 68.851 fueron de mutuo acuerdo y las 48.328 restantes fueron no consensuadas.
También hubo 7.347 separaciones, de las cuales 4.872 fueron de mutuo acuerdo y las restantes 2.475 sin consenso.
El número de divorcios se redujo el año pasado en todas las comunidades autónomas con respecto a 2010, excepto en Galicia, Castilla-La Mancha, Cantabria, Navarra y La Rioja, donde aumentó para situarse en 6.927, en 4.359, en 1.385, en 1.287 y en 694, respectivamente, mientras que en Canarias se mantuvo estable en 6.564.
En términos absolutos, Andalucía fue la región donde más parejas se divorciaron, hasta 22.023, seguida de Cataluña, con 20.911, y Madrid, con 15.777.
Por el contrario, se registró un menor número de divorcios en La Rioja, con 694 casos, Navarra, con 1.287, y Cantabria, con 1.385.
Las separaciones bajaron en todos los territorios, salvo en Galicia, Aragón, Cantabria y La Rioja, donde se incrementaron hasta 412, 176, 82 y 33, respectivamente.
En el conjunto del territorio, el número de rupturas matrimoniales disminuyó un 2,3 por ciento en 2011 con respecto al año anterior, al pasar de 127.682 a 124.702, tras experimentar un repunte en 2010 para volver el año pasado a la tendencia al descenso de divorcios, separaciones y nulidades que comenzó en 2007, según las estadísticas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
La demógrafa investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Teresa Castro, explica que en los últimos cuatro años no solo se ha cortado la tendencia creciente de las rupturas matrimoniales, sino que se ha registrado un descenso a niveles de 2001 o 2002.
Los costes de separarse implican dos viviendas y, en la actual situación de crisis económica, hay parejas que quieren separarse, pero no pueden permitirse sufragar sus necesidades económicas.
Castro destaca el aumento de parejas jóvenes que no se casan, sino que optan por uniones de hecho, que tienen unas tasas de separación más altas que los matrimonios por su carácter heterogéneo.
Hay un dato que revela la importancia de las uniones de hecho: el 20 por ciento de los niños en España nace en este tipo de uniones, lo que supone uno de cada cinco nacimientos.
Además, el perfil de las mujeres que rompen su matrimonio está cambiando, ya que antes las féminas más educadas se divorciaban más que las menos educadas porque disponían de más recursos, mientras que ahora todos los estratos sociales se han igualado en el acceso al divorcio.
El portavoz de la Unión Estatal de Asociaciones y Federaciones por la Custodia Compartida (UEFACC), Fernando Basanta, subraya que desde la entrada en vigor de la ley del divorcio "exprés" en 2005 las rupturas matrimoniales han ido en aumento, pero la crisis ha motivado un descenso por razones económicas.
"Divorciarse es muy caro porque hay que pagar abogados, los gastos se duplican y se necesitan dos viviendas, en lugar de una", precisa Basanta, quien expresa su preocupación por el incremento de las disoluciones de matrimonios "por vía contenciosa" en torno a seis puntos desde el año 2005.
En la actualidad, por cada tres matrimonios que se celebran, se tramitan dos divorcios, precisa el portavoz de UEFACC antes de afirmar que "España se ha convertido en una sociedad divorcista", en la que la gestión de las separaciones "cataliza la conflictividad en el seno de las familias".
La UEFACC ha reclamado al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, un cambio en la legislación para que la custodia compartida se convierta en un derecho de los niños, con el apoyo de las mociones aprobadas hasta el momento por 370 ayuntamientos que representan a 9 millones de ciudadanos.
El portavoz del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, estima que un nivel de rupturas matrimoniales como el que hay en España supone "un problema social muy serio".
Una ruptura matrimonial conlleva "un fracaso en términos personales y sociales", que "afecta a los cónyuges y a los hijos, es un elemento de inestabilidad y empobrecimiento personal e implica un coste extra para el Estado", argumenta Blanco.
A su juicio, la ley del divorcio exprés y la ley del matrimonio homosexual del año 2005 han producido un aumento de las rupturas matrimoniales y una caída de la tasa de nupcialidad.
El Foro Español de la Familia ha planteado una iniciativa para que los esponsales puedan elegir en el Registro Civil entre el matrimonio "blindado", más serio y con mayor protección, y el matrimonio "exprés" actual, sometido a la solubilidad de los tres meses.
Blanco considera que en España hay que potenciar la orientación, la mediación y el apoyo, cuando surgen los primeros síntomas de problemas matrimoniales, como se está haciendo en otros países.
Según el estudio "La justicia dato a dato" de 2011 del CGPJ, los divorcios descendieron un 1,9 por ciento, de 119.554 a 117.179, mientras que las separaciones se redujeron un 7,7 por ciento, de 7.962 a 7.347, y los matrimonios declarados nulos aumentaron de 166 a 176, un 6 por ciento.
De las 117.179 rupturas matrimoniales definitivas que se contabilizaron en el conjunto de España el año pasado, 68.851 fueron de mutuo acuerdo y las 48.328 restantes fueron no consensuadas.
También hubo 7.347 separaciones, de las cuales 4.872 fueron de mutuo acuerdo y las restantes 2.475 sin consenso.
El número de divorcios se redujo el año pasado en todas las comunidades autónomas con respecto a 2010, excepto en Galicia, Castilla-La Mancha, Cantabria, Navarra y La Rioja, donde aumentó para situarse en 6.927, en 4.359, en 1.385, en 1.287 y en 694, respectivamente, mientras que en Canarias se mantuvo estable en 6.564.
En términos absolutos, Andalucía fue la región donde más parejas se divorciaron, hasta 22.023, seguida de Cataluña, con 20.911, y Madrid, con 15.777.
Por el contrario, se registró un menor número de divorcios en La Rioja, con 694 casos, Navarra, con 1.287, y Cantabria, con 1.385.
Las separaciones bajaron en todos los territorios, salvo en Galicia, Aragón, Cantabria y La Rioja, donde se incrementaron hasta 412, 176, 82 y 33, respectivamente.
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