viernes, 21 de diciembre de 2012

«Tengamos la fiesta (de Navidad) en paz


PADRES E HIJOS / FAMILIA

«Tengamos la fiesta (de Navidad) en paz»

Día 20/12/2012 - 02.59h

Consejos para evitar que las clásicas reuniones familiares de estas fechas sean fuente de conflictos

«Tengamos la fiesta (de Navidad) en paz»
«Que si tu madre es tal», «pues anda que tu hermana...», «el próximo año no volvemos»... Hay una serie de recomendaciones muy fáciles de seguir para evitar que las clásicas reuniones familiares de Navidad acaben convirtiéndose en una fuente de conflictos. «A muchas personas les cambia la cara solo con pensar en la perspectiva de las típicas reuniones familiares de estas fechas. Toda la familia reunida en un mismo sitio y con mucho tiempo para discutir. Pero las celebraciones navideñas en familia son uno de los peores momentos imaginables para meterse en rencillas. Lo más inteligente es limar asperezas antes o después, y tratar de ser un poco empático durante las reuniones», apunta Rafael Adame Carballido, de TISOC Coaching. Él es el autor de estas ocho claves para que las reuniones familiares no acaben en batalla campal:
1. A mal tiempo, buena cara. Quizá no le guste la Navidad. Está en su derecho de no celebrarla, usted elige. Pero si decide participar, sea consecuente y hágalo bien. Celebre las fiestas con su mejor cara y con el firme propósito de pasar un rato lo más agradable posible.
2. El reparto de la herencia para otro momento, por favor. Acuda a las reuniones aparcando cualquier remordimiento del pasado, impulso de venganza o intención belicista. Si realmente tiene un problema con algún miembro de la familia, lo más prudente es tratar de resolverlo antes o después de las fiestas. Una celebración no es el mejor momento de sacar a relucir los trapos sucios.
3. Cómo ser un «Señor Scrooge» digno. De acuerdo, ha tomado la opción de no celebrar la Navidad. Pero acepte que los demás elijan sí celebrarla. No los critique ni les boicotee la fiesta por ello.
4. Reparto equitativo de tiempos. Posiblemente tengan que repartir las diferentes fiestas y celebraciones entre ambas partes de la familia. Favorecer a una parte en detrimento de otra va a crear unas tensiones que en nada contribuyen a las buenas relaciones.
5. Regalos de destrucción masiva. El apartado de los regalos es fuente potencial de choques. Intente concertar los tipos de regalos aceptados, presupuestos y demás factores que puedan intervenir. Especialmente cuando hay niños de por medio, ser respetuoso con los criterios de los progenitores evitará más de una discusión.
6. Pesadilla en la cocina. Al cocinero oficial de la casa le va a tocar preocuparse de los gustos de sus invitados para que la comida discurra lo más felizmente posible. Si todavía no conoce demasiado a alguna persona del grupo, pregúntele si tienen algún tipo de alergia o intolerancia. Es una forma muy elegante de permitir que la otra persona «confiese» aquello que no le gusta.
7. La comida está deliciosa, gracias. Si va invitado a casa de otra persona y hay algún plato típico de estas fechas que no le gusta o no puede comer, comuníquelo con antelación a la persona que cocinará. No critique la comida que le ofrecen, seguramente para prepararla se ha invertido ilusión, trabajo, dinero o las tres cosas.
8. Pues parece que va a llover. Si alguien intenta atacarle recuérdese a sí mismo cuál es el objetivo de la reunión y no «entre al trapo». Evite la confrontación de forma respetuosa y elegante.

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